La luz juega un papel fundamental en el cine ya que dibuja esa masa que vemos a través de la pantalla, va muy de la mano de una buena ejecución en la dirección de fotografía de una pieza audiovisual; pero la composición en un cuadro también es un manjar visual y eso es lo que ha logrado el director de fotografía, Robert Richardson, quien posee tres premios de la Academia.
Índice
El favorito de Scorsese y Tarantino
Robert Richardson es un director de fotografía estadounidense, colaborador habitual de directores reconocidos a nivel mundial; como mencionamos anteriormente es poseedor de tres premios Óscar, ahora veremos un poco de su estilo y en qué se basa ese talento.
Apreciando la fotografía en cines
Sin duda, existen películas que nos han marcado en más de un aspecto; queremos mostrarles algunos ejemplos de lo importante que resulta una buena ejecución fotográfica en las películas para dejarnos la piel de gallina. Estudiaremos un poco el proceso de las tres películas en las cuales este talentoso director de fotografía fue nominado.
J.F.K
En 1991 JFK, de Oliver Stone, nos deja una variedad de planos generales que nos describen y nos colocan en contexto de lo que observamos; ejemplo de ello es cuando Jim Garrison está sentado en un banco con otra persona, de fondo un espacioso parque con el obelisco de Washington; de fondo en donde la pantalla está dividida en tres tercios horizontales de fondo y el cielo abarca dos de ellos.
Los movimientos de cámara son lentos y van al ritmo de la investigación; ya cuando vamos finalizando la historia y Garrison relata frente al juez su versión, observamos un cambio de color a blanco y negro con sombras marcadas que nos habla de que ese relato forma parte del pasado. El manejo de luz durante toda la película es muy natural y si hablamos de la temperatura podemos decir que se mantiene normal, no se enfatiza mucho en llevar el color de la luz a ningún polo opuesto.
Bastardos sin gloria
Ya que venimos hablando de la temperatura de la luz, entramos al mundo de Inglourious Basterds (2009) de Quentin Tarantino; este drama bélico se maneja con una luz de temperatura baja de tonalidades amarillentas y naranjas. Observamos más cuadros fijos que movimiento de cámara, aunque hay un movimiento que sale de lo cotidiano de la pieza y es cuando Aldo Raine «El apache», Wilhelm Wicki, traductor de Los Bastardos y Donnie Donowitz, “Oso Judío”; amenazan al soldado alemán para que les dé una ubicación, allí vemos como la cámara acelera su ritmo con planos narrativos medios, haciendo un rombo entre los personajes y el mapa.
Esta película contiene una gama extensa de planos, sobre todo planos medios y medios cortos, además de gran manejo de las angulaciones de las cuales resaltan los contra picados. A pesar de que fue una de las nominadas en el 2009 como Mejor Fotografía, no ganó.
Hugo
Ahora nos alejamos de investigaciones policiales y guerras para entrar en una estación de tren en París en donde se vive una aventura llamada Hugo (2011) dirigida por Martin Scorsese. Si en la anterior película que nombramos jugaba con todo el mundo de la fotografía; esta pieza explota, de buena manera, los planos, ángulos y movimientos de cámara que nos llevan a vivir la experiencia de esta fantasía. Podemos observar una gran composición que juega con la simetría de esta estación en donde cada cuadro es único y se complementa del siguiente.
Dos grandes ejemplos de ello son cuando el detective Gustav le habla al reloj central de la estación, es un contra picado con una angulación holandesa que visualmente se ve muy bien; el otro caso es cuando Hugo e Isabelle caminan por un puente en París en pleno atardecer y vemos como la composición y la buena iluminación controlada tanto en los espacios y en las personas que nos hace digerible el cuadro.
En pieza la colerización en posproducción resalta, pero no se aleja del campo de la dirección de fotografía, colores como azules, anaranjados y las tonalidades tierra se ven representada en esta aventura. Una de las cosas que no podemos dejar pasar es el plano secuencia al final que nos permite adentrarnos dentro de esas habitaciones y contemplar a cada uno de los personajes.
Un extra de estas dos últimas películas nombradas sugiere como tema de desarrollo el arte del cine. Evidentemente se nota la gran evolución de Robert Richardson y las diferentes maneras de jugar con los elementos fotográficos en estas tres películas, además de siempre trabajar con los grandes en varias ocasiones como lo son Tarantino y Scorsese.
Y tú, ¿quién es tu director de fotografía favorito? ¿Qué busca un director de casting en tu CV?
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